domingo, 8 de septiembre de 2013

Sexo, drogas y rock n roll.





Hoy noche de rock, no es mi fuerte pero actúa un grupo de amigos, así que, Viva el rock y las cervezas!.
Todo ha empezado como siempre, tarde, su actuación es la primera, tras la cual nos quedamos a ver el resto del concierto, una vez metida en el ambiente no voy a desperdiciar la noche, además puedo olisquear algo distinto, demasiadas cervezas y más desfase de lo normal.
 Que pasa hoy? le pregunto al batería con quien me llevo mejor, debemos animar un poco a Darío, el bajista, su novia le ha dejado. La había hechado en falta pero no imagine eso tras una relación de muchos años. 
A mi se me ocurren muchas maneras de consolarle, he de reconocer que el chico tiene un algo especial, no es que sea de esos chulazos malotes que a mi me gustan pero quizás,  por ser lo contrario dulce, un poco excentrico, me llama la atención. Y lo que si me fascinan son sus manos, suelo hacerles fotos de sus actuaciones y siempre me impresionan sus largos dedos sobre  las cuerdas.
 Nunca ha trascendido de ahí porque normalmente, en cuanto finalizan la actuación me retiro, pero hoy no me apetece marchar.
Concluido todo el festival, deciden irse de copas y me apunto. Están bastante perjudicados, tanta birra empieza hacer estragos, yo me mantengo porque con dos es suficiente, no me gustan mucho. 
Por el camino, la comitiva se va reduciendo hasta que solo  quedamos cinco, cuatro de ellos envueltos en un alto estado de embriaguez.
De repente Darío se acerca para susurrarme, estoy mal, necesito despejar, y de los que aquí estamos creo que eres la única que me puedes ayudar sin salir corriendo, mientras, saca un pequeño tubillo  del bolsillo que me  muestra. 
Quieres? vaya pregunta, discretamente desaparecemos en el  baño,
 él cae derrotado sobre el water y me pide que le prepare dos buenos tiros. Sin decir palabra, saco una tarjeta y pongo sobre sus rodillas mi móvil como base, dos para él y otros dos para mi, acabamos con todo el paquete, queda mojándose la cabeza.
Al salir me encuentro con  tres borrachos que apenas se tienen de pie y quieren marchar, por lo cual nos quedamos solos con nuestro subidon.
 Cambiamos de sitio? le sugiero, me gustaría llevarte al pub de un viejo amigo mio.
 Tras la bienvenida de rigor, le pregunto si tendrá algo para mi. Se ríe, no cambias, toma"invita la casa" por los viejos tiempos.
Nos conduce al almacén o zona vip, como prefiere llamarlo. Otra ración para cada hueco de la nariz y allí  nos deja solos.
Estamos a cien y comienza la charla, pues apenas nos conocemos. Le comento que  sus manos me hipnotizan y él que le fascino yo, por eso se ha mantenido alejado de mi. 
Nuestros organismos empiezan a inquietarse, no podemos estar quietos y la temperatura se eleva.
Me encantaría que me tocases con tus dedos como a tu bajo, le agarro su mano y la meto por mi pantalón. Así comienza a explorar con esos dedos que tanto he fotografiado, ummm son increíbles!
me quita mis pantalones y sigue rasgando mi coño como a su instrumento, hasta que me corro.
Ahora si  me apetece una cerveza, él se pilla otra y se sienta encima de unas cajas  de bebidas, yo me monto sobre él y noto que también  necesita que le toque algo, lo desnudo y follamos como vestías y cuando estamos los dos corriéndonos se abre la puerta.
Sasha, estáis bien? se asoma mi amigo y no hace falta que diga nada .
Nos tomamos esa cerveza tranquilamente y nos vamos. Nos despedimos como siempre dos besos y me pregunta si quiero que me acompañe .
-No hace falta estoy muy cerca de casa. Ya nos veremos en el próximo concierto.
Llego a casa y debería ducharme pero decido meterme en la cama con la compañía del olor a sexo y cerveza.



4 comentarios:

  1. Increíble, sabes levantar el ánimo, Sasha es una mujer íntegra y se parece un poco a mi, gracias.

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  2. Gracias a ti por estar siempre ahí !!

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  3. Me encanta, esa vivencias repentinas de las cuales te dejan llena en todos los aspectos, tremendos dedos

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  4. Ya te lo digo yo que si .. Luisa.
    Un besazo.

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